Las investigaciones de la Terapia Akáshica han proporcionado medios que han permitido fabricar un sistema de sonidos generados electrónicamente a partir de curvas dibujadas en laboratorio. En la Terapia Akáshica sabemos que todos los problemas que padece el ser humano, indefectiblemente van asociados a distorsiones en sus campos energéticos.

Colocar en el ambiente donde vivimos, trabajamos, estudiamos o dormimos una inyección homeopática de sonidos subliminales garantiza un masaje de nuestro aura que, según cada caso, puede prolongarse por un período de hasta 24 horas. Los impulsos así recibidos, gradualmente y en forma segura, reequilibrarán los circuitos energéticos dañados en nuestro aura.

Estas aplicaciones en particular fueron producidas a través de la traducción de textos bíblicos en sonidos, mediante software y curvas diseñadas especialmente. Tan precisas fueron las inteligencias que dictaron estas energías en forma de texto sagrados que pudimos aislar versículos de la Biblia específicos para cada órgano o función del cuerpo humano.