Aunque piense lo contrario, usted tiene un poder escondido que si bien bajo ningún concepto podría reemplazar la pericia de su médico, podría ayudarlo enormemente a alcanzar una sanación. Una de las maneras de ayudar a la sanación es realizar ciertos ejercicios removedores de las energías internas.
Si el lector ya practica yoga o algún entrenamiento gimnástico que da flexibilidad a la columna vertebral, no tendrá ningún problema en practicar esta técnica. En cambio, si llegara a sufrir de lesiones o malformación vertebral, de artrosis o de alguna hernia, recomendamos abstenerse de realizarla hasta no consultarlo con su kinesiólogo.
La función de este entrenamiento es despertar una energía básica del ser humano, energía producida por un pequeño
transformador ubicado en el coxis llamado, en Oriente, “Kundalini”.
Sus efectos serán determinantes para quien decida aumentar la intensidad de su conciencia, su energía general, su dinamismo y vitalidad, así como la resistencia de su terreno biológico. Aumentar la resistencia del terreno biológico equivale a ubicarse en una medicina preventiva: si logramos tener un cuerpo dotado de un perfecto equilibrio energético lograremos resistir todas las infecciones posibles.
Acostado boca arriba, manos separadas y extendidas, unidas
a través de los pulgares.
Levantar las manos juntas, brazos extendidos hasta alcanzar la vertical del cuello. Únicamente y a partir de este momento: levantar la cabeza sin levantar el busto.
Colocar las manos juntas sobre la zona de los muslos.
Sin levantar los talones del suelo, continuar la inclinación del busto en dirección a los pies, mientras que las manos separadas, se deslizan sobre las piernas. Cada mano toma el tobillo correspondiente a su lado, o hasta donde su elasticidad le permita sin generar mucha incomodidad. Con las practicas tendrá cada vez más elasticidad.
El mentón se yergue lo más elevado posible, como si se intentara mirar hacia arriba; en tanto los párpados permanecen cerrados.
Comienza el momento esencial de esta técnica. Inspirar profundamente y bloquear la respiración. Visualizar que una columna de fuego nace en el coxis y sube por dentro de la columna vertebral hasta el centro del cráneo. Mantener esta visualización el tiempo más largo posible.
Respirar de nuevo y empezar un movimiento inverso al precedente: es decir, deslizar las manos desde los tobillos hasta la zona genital (donde se juntan como al inicio del ejercicio) mientras que baja el busto lentamente en dirección al suelo, manteniendo la cabeza erguida.
El busto (y no la cabeza) se pone sobre el suelo.
Se hacen subir las manos (brazos rectos) hasta la vertical del cuello.
.
Se pone la cabeza sobre el suelo, mientras que los brazos vuelven a la posición inicial.
FIN DEL PRIMER MOVIMIENTO
Deberemos repetirlo 3. 5 o 7 veces
Acostado boca abajo. Manos apoyadas sobre el suelo, al igual que la frente. Pies juntos.
Poner el mentón sobre el suelo.
Levantar la cabeza y el busto (pero no la pelvis) del suelo, utilizando solamente la fuerza de los antebrazos. Si su elasticidad no le permite levantar el busto, como se indica en la imagen, la técnica funcionará igualmente. A través de las prácticas conseguirá la elasticidad óptima para realizar el movimiento.
Poner la cabeza lo más atrás posible, el mentón erguido hacia adelante.
Comienza el momento esencial de esta técnica. Mantener la postura e inspirar profundamente y luego bloquear la respiración. Visualizar que una columna de fuego nace en el coxis y sube por dentro de la columna vertebral hasta el centro del cráneo. Visualizar esta imagen el mayor tiempo posible..
Respirar de nuevo. Muy lentamente hacer bajar todo el busto hasta apoyar el mentón sobre el suelo.
Apoyar la frente sobre el suelo, también los antebrazos y codos; regresando a la posición inicial.
FIN DEL SEGUNDO MOVIMIENTO
Deberemos repetirlo 3. 5 o 7 veces.
La misma cantidad de veces que
se repitió el primer movimiento
Acostado boca arriba. Brazos paralelos al cuerpo.
Levantar simultáneamente el busto y las piernas haciendo tomar a nuestro cuerpo la posición de un arco, utilizando el coxis como centro de gravedad. Los brazos extendidos hacia los pies, quedando éstos paralelos al suelo (en las primeras prácticas puede usar una pared para apoyar las piernas o un apoyo hasta poder mantener la postura logrando el equlibrio)
Comienza el momento esencial. Inspirar profundamente para luego bloquear la respiración. Visualizar que una columna de fuego nace en el coxis y sube por dentro de la columna vertebral hasta alcanzar el centro del cráneo. Visualizar el tiempo más largo posible, mientras que se mantiene esta posición de equilibrio, en tanto que se pueda.
Volver simultáneamente brazos y piernas sobre el suelo, con mucha lentitud. Y respirar.
FIN DEL TERCER Y ÚLTIMO MOVIMIENTO
Deberemos repetirlo la misma cantidad de
veces que los dos movimientos anteriores
1 – Esta técnica no debe ser practicada por quienes tienen problemas de columna vertebral o del
corazón.
2 – Es imperativo no bañarse ni ducharse por un plazo de 30 minutos después de practicar esta
técnica. No hay inconvenientes en hacerlo antes de esta práctica.
3 – Usualmente, esta técnica se practica principalmente
en dos oportunidades:
– Por la mañana o por la tarde: cuando es una disciplina regular elegida por el alumno, en vista de un
desarrollo personal. No se debe practicar antes de acostarse para dormir (existiría una contradicción
entre su efecto altamente dinamizante y la relajación del sueño).
– Toda ocasión en la que se siente una gran fatiga y existe la necesidad de continuar la actividad diaria.
4 – En los primeros días de su ejercicio, estas técnicas pueden provocar algunos inconvenientes fisiológicos
tales como obligación de orinar repetidas veces, agitación nocturna, ansiedad, palpitaciones, etc.
Por este motivo se aconseja efectuar 3 repeticiones el primer día, 5 el segundo y 7 el tercero. Luego, decidir
la cantidad de repeticiones que le parezcan ideales.
5 – Cuando se practica diariamente este ejercicio, el nivel energético general asciende, la actividad
mental se acrecienta y la resistencia del terreno biológico aumenta. Luego, cuando nos hemos
acostumbrado a este nuevo nivel energético, ocurrirá que olvidaremos su origen. Llegará
un día muy cargado en tareas y obligaciones diversas y omitiremos hacer el ejercicio de la
“Kundalini”. Seguirán muy probablemente un segundo y tercer día sin práctica, encontrándonos
desde luego muy cansados y preguntándonos qué pudo habernos ocurrido.
Descubriremos así que este estado de cansancio NO ES REAL sino que representa el estado normal en el
cual nos encontrábamos antes de aprender y practicar diariamente la “Kundalini”.
En verdad este cansancio no existía: sólo vivimos el regreso a nuestro estado inicial, anterior al comienzo de
este entrenamiento. Es necesario tomar conciencia de que sin ejercicio energético, vivimos con un potencial
muy inferior. Luego, esta sensación de cansancio desaparecerá, ya sea que permanezcamos unos días más sin prác-
tica de la “Kundalini” (entonces nos reacostumbraremos al antiguo potencial), o que volvamos a practicarla.
6 – El éxito de esta técnica depende de dos factores:
-De su lenta ejecución (cada movimiento debe efectuarse en un plazo mínimo de 30 segundos y
máximo de 1 minuto).
-De la capacidad de visualización en el “momento fuerte” (respiración bloqueada más visualización).
Es mejor no practicarla si se lo considera como un ejercicio gimnástico.
7 – Gracias a una alta cantidad de repeticiones, debemos alcanzar una perfecta automatización de todos los
movimientos. Probaremos este estado de “no-participación-de-la-voluntad” en estos movimientos, con la
posibilidad de poder hablar mientras que nuestros cuerpos parecerán poder moverse por sí mismos. Alcanzado
este estado, nos obligaremos a visualizar la columna de fuego lo más fuertemente posible y con la mayor precisión,
sin detener en ningún momento esta concentración.
Este esfuerzo dará a la “Kundalini” las máximas oportunidades de manifestarse y de permitirnos aprovecharnos de
su potente energía. Al alcanzar este nivel, la “Kundalini” tomará su real dimensión. Elevaremos nuestra comprensión
del fenómeno, y lo consideraremos con mucho respeto.
Si usted tiene la mínima preocupación respecto a los riesgos particulares que pudiera presentar esta técnica para su columna vertebral, le aconsejamos consultar a su médico o a un kinesiólogo. No arriesgarse a practicarlo en caso de
malformaciones o de enfermedades declaradas al nivel de la columna vertebral. Para esos casos, existen técnicas de
sustitución tales como PSYTECH 7 que encontrará luego de las conclusiones sobre esta experiencia.
En cada uno de nosotros existe la kundalini, como producto de las energías que absorbemos y metabolizamos.
La kundalini alimenta nuestros meridianos de acupuntura y controla así nuestra salud física; alimenta a los chakras
y domina la vida psicológica; llega a la glándula pineal y genera nuestra vida espiritual. Es la energía unificadora
del ser humano.
Cuando aprendemos a aumentar su intensidad contribuimos a aumentar la resistencia de nuestro terreno biológi-
co a las enfermedades, pero también damos a nuestro terreno mental un equilibrio suficiente para enfrentar los choques
de la vida moderna. La parte espiritual dinamizada por ella nos vuelve resistentes a los problemas de agresiones
energéticas de todo tipo.
Tomar el control de nuestra kundalini equivale a despertar en nosotros un súper médico del cuerpo, de la mente y
del espíritu.
Fuente: Libro de Eric Barone, Psytech 33
Nombre de esta técnica: PSYTECH CHAKRA DEL PERINEO.
Objetivo: Desarrollar este centro energético. Su campo de influencia es “la energía general” y más particularmente
lo relacionado con la “KUNDALINI”. Este centro casi desempeña el papel de un transformador energético. Inspira
una energía que parece externa, la condensa y la envía a todos los canales energéticos del cuerpo llamados
tradicionalmente: “nadis”. Este centro provoca: dinamismo, energía, poder. Permite multiplicar la energía invertida
en cualquiera de nuestras actividades.
Medios a utilizar: Visualización y realización de sonidos.
POSICIONES: sentado
SÍMBOLO A VISUALIZAR:
ZONA DEL CUERPO DONDE VISUALIZAR ESTA IMAGEN:
RESPIRACION: Inspirar profundamente por la nariz antes de emitir cada sonido.
SONIDOS A PRONUNCIAR: (*1) VAM – ZAM – CHAM – SAM
Después de empezar a producir el sonido con la boca abierta, continuar el mismo, con la boca cerrada.
Tragar la vibración de la última letra y dirigirla mentalmente como un río de sonido fluyendo por el interior
del cuerpo, hacia el chakra concerniente.
Pronunciar el sonido solamente cuando la visualización sea lo más perfecta posible. Mientras tanto inspirar y
exhalar solamente por la nariz.
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